viernes, 26 de diciembre de 2008

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Para los argentinos, internet es tan importante como el teléfono

Los usuarios sostienen que la red les cambió la vida. El 80% busca información y noticias. Una cantidad similar dice que el Gobierno debería asegurar el acceso de todos los ciudadanos.
Un estudio privado sostiene que, aún para los que no usan la red, internet tiene una categoría en cuanto a la importancia para el hogar similar a la del teléfono, la electricidad o el gas.
Entre los usuarios frecuentes, el 80% busca información y noticias, el 38% hace operaciones bancarias y financieras, y el 35% compra diversos productos online. "Internet no es telecomunicaciones, es una infraestructura básica que crea la sociedad del conocimiento, y es de muy bajo costo comparado con los beneficios que genera", afirmó el director de la consultora, Enrique Rueda Sabater. El trabajo se realizó sobre 6.039 ciudadanos y se tomaron como casos testigos las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Neuquén. De esos ciudadanos, el 76% considera que "el Gobierno debería facilitar el acceso a internet a las personas". En tanto, según Rueda Sabater, la región en la que se encuentra la Argentina tiene "muchas oportunidades de avanzar", especialmente si logra armonizar la ecuación entre inversiones en infraestructura y un marco regulatorio que "evolucione con la tecnología". "Los países que mejor entienden esa ecuación logran no sólo oportunidades económicas sino inclusión social", agregó Rueda Sabater. Subrayó además que entre los resultados del país más del 80% de los consultados reconocía la necesidad de utilizar internet en el mundo actual y más del 50% aseguraba que internet genera cambios en sus vidas. Según el estudio aún hay un 40% de ciudadanos que nunca usó internet, que en promedio tienen 44 años, mientras que entre los usuarios poco frecuentes, se observa "que van camino a ser frecuentes". En la Argentina "solamente el 15% usa servicios de salud en línea, pero el 44% estaría dispuesto a hacerlo en el futuro; el 24% utiliza servicios de educación en línea pero el 49% lo haría en el futuro y el 18% utiliza la red para buscar empleo, pero el 43% estaría dispuesto a hacerlo en el futuro".

martes, 23 de diciembre de 2008

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Reflexiones de Navidad

LA CRISIS DEL CAMPO
En el año que está por concluir no caben dudas de que el acontecimiento más relevante en materia económica ha sido la denominada crisis del campo. Esta crisis no fue producto de una situación fortuita, si es que cupiera esa posibilidad. No. Fue el producto de un indescriptible error de cálculo que llevó a considerar que no había techo para aplicar impuesto a las exportaciones, y que la eliminación de los mercados de futuro carecería de consecuencias. Probablemente el antecedente que dio pie a esta decisión fue el del petróleo, en el que se aplicó ya desde el año pasado una metodología similar. Pero el mercado petrolero no es el mercado de granos y de oleaginosas. Y mucho menos el de la carne y el de los lácteos. Sería extendernos demasiado ingresar en una explicación detallada. Baste decir, sin embargo, que la producción petrolera y gasífera viene bajando desde los comienzos de la era kirchnerista sin solución de continuidad, al tiempo que la producción agropecuaria había venido mejorando de manera bastante elocuente.
Entendemos que quienes siguen nuestros comentarios habrán de tener presentes los distintos avatares que se suscitaron. El paro agropecuario, los jamás bienvenidos cortes de ruta, la persecución judicial a ciertos productores al tiempo que los asambleístas de Gualeguaychú siguen en la suya como si nada, etc. Toda la gama de consecuencias ha sido tan funesta o más de lo previsto, incluso por los más pesimistas. Se buscaron paliativos con varios meses de atraso: se intentó un sistema de reintegros francamente patético, se buscó distinguir a productores entre grandes y pequeños, entre lejanos y cercanos, entre provenientes de zonas más húmedas o más desérticas, y toda una maraña de diferenciaciones que, como se sabe, puede llegar a ser interminable. Finalmente se llegó a la conclusión de que lo mejor era presentar el proyecto de la Resolución 125 en el Congreso. Una sana medida democrática que fue repudiada por conspicuos supuestos defensores del progresismo, como el periodista Eduardo Aliverti, por ejemplo, que llegó a decir que había sido una imbecilidad tal decisión.
Así las cosas, en el Congreso no le fue nada bien al proyecto. Se obtuvieron poquísimos votos de ventaja en Diputados, y hubo un empate en Senadores, que como todo el mundo sabe desniveló el vicepresidente. Y justamente fue el Dr. Cobos el atacado a diestra y siniestra por los sectores del oficialismo y sus adláteres, sin que parecieran tomar en cuenta que la votación, tanto en una cámara como en la otra, dio lugar a numerosos votos en contra de parte de legisladores oficialistas.
Uno ha escuchado y leído una y mil veces que los sectores conservadores, o la oligarquía terrateniente, o la derecha , o los piqueteros de la abundancia se oponían a los designios de la 125. Pero muy poco se ha dicho de los progresistas que también se opusieron. Y he ahí el meollo de esta cuestión. ¿Por qué se opusieron?. Las respuestas pueden resultar muy variadas y llevar varias páginas. Pero hay una que entendemos es bastante obvia: los diputados y senadores debían retornar a sus provincias y observar que sus ciudades o pueblos contaban cada vez con menos recursos económicos debido a la no coparticipación de los ingresos por retenciones . Un detalle para nada menor. Por la plata baila el mono.
La resolución no salió y finalmente cuando se produjo la baja de las oleaginosas en el mundo, no faltaron los funcionarios y amigos del poder que se cansaron de repetir algo así como que si se hubiera votado a favor ahora los productores pequeños y medianos tendrían menos retenciones. Lo cual equivale a decir que el voto de Cobos resultó favorable a los intereses del gobierno y no al revés. Y también equivale a decir que dado que votaron en contra ahora lo que tendrán que hacer es joderse. La verdad es que no estamos regidos por estadistas, de eso no tenemos dudas.
LA OLEADA VOLUNTARISTA

Luego de las increíbles afirmaciones de la presidenta, respecto de que estábamos bárbaro hasta que apareció el mundo , a las pocas horas de haber afirmado en EEUU que los países industrializados deberían diseñar un plan B comenzó una verdadera oleada de intervencionismo voluntarista. Como hacía años no se veía.
Hemos señalado en otras oportunidades que el intervencionismo es como una droga y que cuanto más se entromete en la vida de la gente, más distorsiones provoca y más intervencionismo requiere. Así hasta el punto en el que el choque es inevitable.
Por un lado se produjo la apropiación de los fondos de las AFJP para que un par de funcionarios cuasi improvisados se dispongan a manejar el mercado de capitales, la asignación de créditos, los cupos y topes de préstamos e incluso los destinos de los mismos. Podrá haber préstamos para automóviles o para heladeras, como antes debería haberlos habido para las primeras propiedades de los inquilinos. Préstamos a las Pymes que cumplan con determinados requisitos, para producir seguramente aquellas cosas que ya se determinarán. Créditos a la producción si se trata de Pymes, y a los consumidores si se trata de la industria automotriz. Y así siguiendo.
La presidenta anuncia por su parte obras públicas. Primero 71.000 millones en tres años. Luego 111.000 millones. Si a esto le sumamos las medidas para alentar el consumo estamos en 10 puntos del PBI, más o menos.
El gobierno ha decidido hace ya mucho tiempo desviar de manera coactiva los recursos que el mercado hubiera manejado de otra forma. La razón de ello es que los gobernantes creen que el mercado hace las cosas mal, y que mejor lo harán Cristina, Néstor, Boudou, Choros, Moreno, o Massa. Y entonces los impuestos, los fondos de las AFJP (y pronto los de las ART), la inflación y el dibujo de sus índices para que los bonos públicos paguen menos intereses, serán entre otras cosas las fuentes de recursos .
Para que se tenga una mínima idea, los $ 13.200 millones anunciados en créditos para el consumo de diversos artículos hace algunos días, representan algo más del 10% del mercado total de créditos existente a noviembre.
El gobierno reasigna recursos que obtiene coactivamente con exacciones y confiscaciones. Y los gobernantes creen que lo harán mejor que quienes poseían tales recursos con anterioridad. Como el Estado obtiene sus recursos de manera coactiva, no necesita de las leyes de mercado para propiciárselos. Por lo tanto no necesita ser eficiente para ganarlos, simplemente los quita. Ser eficiente se convierte en un objetivo inútil. Y la nave va, como decía Federico Fellini. Asi es como se desarrolla la corrupción, el amiguismo, los cotos de caza y otras lindezas del mundo intervencionista. Todo el mundo termina golpeando puertas y ofreciendo lo que sea para resultar favorecido por la asignación espuria de recursos habidos coactivamente.
Así, los servicios que brinda el Estado suelen ser caros y muy malos, como todo el mundo sabe. Y si bien las tarifas suelen ser bajas políticamente, lo que en realidad ocurre es que se abona la diferencia mediante inflación, tributación, devaluación y otras averías propias del sistema. Y los más afectados por este accionar son, precisamente, los más pobres. Porque son ellos quienes tienen un salario fijo que se ve disminuido de mil formas. Y ni qué decir de los jubilados. Un sistema caro e ineficiente, cargado de amiguismo y nepotismo, con monopolios en manos del Estado, y con exacciones y apropiaciones de fondos para destinar a los sectores que resulten favorecidos , no puede funcionar si los salarios no son bajos. Los pobres son los que más pagan la inflación, la devaluación, la maraña de impuestos y tasas. Son ellos quienes viajan como hacienda y los que más sufren apagones, cortes de agua, bajas en el suministro de gas o aumento del precio de las garrafas. A ellos se les acercan canastas de Navidad a precios acomodados cargadas de productos de terceras y cuartas marcas, en muchos casos incomibles e imbebibles. Y se les promete un cambio de heladera.
Cuando la política económica funciona dentro de las reglas del mercado y se convierte en un estímulo el éxito económico, dentro de la seguridad jurídica indispensable, entonces las inversiones se multiplican y aumenta la producción, la productividad y la calidad de lo producido. Así es como suben los salarios y la demanda exportadora crece, al tiempo que se importa tecnología y se mejora el cuadro económico general. Todo lo contrario de lo que está ocurriendo en la Argentina, en donde se apostó únicamente a que los precios de las commodities seguirían altos indefinidamente, y que el artilugio del dólar alto no terminaría nunca.
ALGUNAS DE LAS MEDIDAS
Así las cosas, en muy poco tiempo se anunciaron o dispusieron medidas de todo tipo tendientes a incentivar la llegada de capitales, la inversión, el consumo, el empleo y tantas bondades más. Por ejemplo (a) se dispuso la eliminación de la tablita de Machinea (que estaba perfecta hasta hace unos días nomás y ahora es tristemente célebre) (b) se estableció un blaqueo de capitales (cuyas aristas lo convierten en un problema muy serio respecto del control del narcolavado, entre otras cosas) (c) se le asignaron $ 200 a los jubilados (d) se dictó una moratoria fiscal y previsional, (e) se anunciaron bajas en las retenciones de algunos granos, (f) se dispuso un plan para la adquisición de autos, (g) ídem para el canje de heladeras (g) se recreó el Ministerio de la Producción (tenemos el problema y el ministerio con el nombre del problema), (h) se estableció un blanqueo de empleados en negro, (i) se dictaron diversos planes para financiar consumos, empleo y producción, (j) rebajas en los impuestos a los envíos de frutas y hortalizas, (h) se fomenta el engorde de ganando vacuno por el sistema de engorde a corral (feedlot), (j) ayuda a los productores afectados por la sequía y a los afectados por la plaga de langostas. (k) Créditos de $ 1.700 millones para prefinanciar exportaciones y capital de trabajo, (l) planes Trigo Plus y Maíz Plus que son incentivos si se superan determinados topes de producción de esos cereales (rebajas de alícuotas de retenciones), (m) habrá un aguinaldo para los beneficiarios de los planes de ayuda, etc. etc.
De todo lo anunciado, luego del blanqueo de capitales y demás, lo más sorprendente es que se impulsará la creación de 5 (cinco) establecimientos de engorde a corral para 40.000 terneros holando argentinos CADA UNO. El objetivo es evitar el sacrificio de estos animales debido al alto costo que representa para los tamberos su crianza y su desarrollo. La carne que surja de estos establecimientos podrá ser exportada en forma integrada y no estará sujeta a las normas destinadas a garantizar el consumo interno.
UN FINAL DE LIBRO
Creemos que es bastante fácil saber cómo terminará la mayoría de estas medidas anunciadas. Desde el punto de vista de la moratoria y el blanqueo, habrá unos cuantos que aprovecharán el jubileo para aclarar su panorama. Los jubilados se gastarán los $ 200 y rápidamente volverán a lo mismo de siempre. Lo mismo ocurrirá con los beneficiarios de los planes . El Ministerio de la Producción tendrá muy poco que hacer mientras esté en funciones el inefable Guillermo Moreno. Unos pocos blanquearán algunos empleados en negro, ya que estamos. Y tal vez haya algunos pequeños cambios más, todo en el marco de regulaciones e ineficiencias de todo tipo. Tal vez imbuidas de casos de corruptelas de poca o mucha monta, etc.
CONTINUARÁN LOS ANUNCIOS
Creemos también que los anuncios no terminarán acá. Las medidas coactivas continuarán, y se volcarán aquí, allá o acullá, dependiendo de lo que nuestros gobernantes desde sus oficinas crean que es mejor incentivar . Las políticas activas pueden resultar infinitas, porque el freno que producen en los que esperan ligar es tan fuerte que sólo les cabe esperar.
Y UN SOLO FINAL
El final no será diferente de lo que siempre hemos sostenido. La riqueza no se genera ni con artilugios monetarios ni con intervencionismos. Se genera con estabilidad, con seguridad jurídica y con eficiencia. Nada sale mejor cuando todo el mundo está esperando a ver si le toca .
Parece mentira pero justamente ha sido la presidenta quien habló de casino y de timba en los mercados internacionales, cuando acá no cabe a estas alturas aguardar otra cosa que la varita mágica de que el destino nos ponga en el camino de los omnipresentes y omnisapientes funcionarios de turno.
Fuente: Estudio Trillo

martes, 16 de diciembre de 2008

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La Tablita de Machinea

La llamada tablita de Machinea responde a la filosofía según la cual quien más tiene más paga. Entendiendo por tal cosa no solamente que paga más proporcionalmente, sino que paga más todavía.
La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas Constitución Nacional (Art.16)
La ley del impuesto a las ganancias se subdivide en cuatro categorías, que son las siguientes: La primera es la renta del suelo, la segunda es la renta de los capitales, la tercera es la renta de las empresas y ciertos auxiliares de comercio y la cuarta es la renta producida por el trabajo personal.
Dice la ley que las personas de existencia visible podrán deducir, de su ganancia neta, determinados montos en concepto de ganancia no imponible , cargas de familia y deducción especial (para aquellas personas que trabajen personalmente en la empresa o en relación de dependencia).
Esta descripción inicial la hacemos para ubicar a aquellos lectores que desconozcan en profundidad el funcionamiento de este impuesto y no es objeto de este trabajo explayarnos en su funcionamiento sino más bien adentrarnos un poco en las razones filosóficas en las que se basa el concepto de ganancia (o rédito) para el legislador. Ello a su vez antes de pasar a la famosa tablita que da origen a estas líneas.
La ley de este impuesto considera que los ingresos obtenidos por los trabajadores en relación de dependencia, o por aquellos autónomos que realicen trabajos de todo tipo (desde profesionales hasta plomeros o taxistas) constituyen ganancias de la cuarta categoría. Es decir, define como ganancia el fruto del trabajo. Este criterio no es universal y en nuestra opinión constituye un sofisma. El concepto de ganancia se asocia al de utilidad o de renta, nunca al del salario o el honorario por un servicio personal.
Probablemente la carga de culpa que implica desarrollar la idea de que percibir un emolumento es obtener una ganancia haya obligado a sus autores a considerar atenuantes , por así llamarlos, y tal vez es por eso que se permiten las deducciones que más arriba mencionamos y que la misma ley llama Ganancias no imponibles y cargas de familia.
Desde todo punto de vista, cualquier individuo (con independencia incluso de su sexo) puede tener cargas de familia, y por lo tanto necesidad de deducir de sus ingresos a las personas a su cargo. Pero la denominada deducción especial contemplada en el inciso c) del artículo 23, no es aplicable a quienes no se desempeñen activamente. Es decir que quienes obtienen rentas provenientes de alquileres, por ejemplo, no podrán deducirse el importe de este inciso. Cabe agregar que esta deducción no la misma para aquellas personas que obtengan rentas de su trabajo en relación de dependencia, en cuyo caso se incrementa el monto 3,8 veces. De tal modo que un carpintero que trabaja en forma independiente podrá deducir $ 9000.- al año por este concepto, y un gerente de una sucursal bancaria tendrá derecho a descontar $ 43.200.-. Esta verdadera discriminación perjudica de manera notoria a quien no trabaja en relación de dependencia, que en definitiva es el que está más desguarnecido en lo que se refiere a la continuidad de su empleo.
Dejando anotado lo antedicho, agregamos que el esquema de deducciones presenta lo que podríamos llamar una contracara. Y tal contracara es la famosa tablita de Machinea, que por supuesto forma parte de la ley que estamos comentando y que rige desde el 31 de diciembre 1999 con algunos cambios que más adelante comentaremos. En aquel año fue promulgada la ley 25.239 que incluyó una modificación en el sistema de deducciones según fuera el monto de la ganancia neta obtenida en el año.
En la actualidad, cuando una persona física obtiene una ganancia neta anual que no supere los $ 91.000, puede deducir la totalidad de la ganancia no imponible, las cargas de familia y la deducción especial. Pero si tal ganancia neta supera esa cifra, la deducción se reduce automáticamente a la mitad. Y quien obtenga una ganancia neta más de $ 221.000.- en el año, no podrá deducir ninguno de los conceptos señalados en ningún caso. Es decir, deja de regir definitivamente la idea de que esas personas tienen una ganancia no imponible o familiares a cargo.
Originalmente la tablita era bastante más escalonada, y arrancaba con una reducción del 10% en el monto de las deducciones cuando la ganancia neta superara, en aquel año, los $ 39.000. Aunque ya en ese entonces había que superar los $ 221.000 para no poder deducir monto alguno.
La presidenta de la Nación anunció hoy viernes que elevaría un proyecto al Congreso para que esta escala fuera eliminada de la ley, volviéndose entonces al criterio anterior en el cual no existían estas diferenciaciones. Hizo una referencia a que durante la gestión de su marido al frente del Poder Ejecutivo, la escala se suavizó, pero no tuvo en cuenta el detalle no menor de que los topes continuaron vigentes a partir de los $ 91.000. Los $ 221.000, que en 1999 eran 221.000 dólares, en la actualidad no alcanza a los 64.500 dólares. La escala o tablita ha conservado los mismos valores en pesos y porcentajes desde los 91.000.- Hasta $ 130.000 puede deducirse el 50% señalado, y entre ésta última cifra y $ 195.000.- el 30%. Finalmente entre % $195.000 y $221.000, únicamente el 10%. Todo eso no ha sido modificado, pese a que, como decimos, en 1999 era muchísimo más dinero que ahora. De tal modo que a la señora presidenta se le olvidó este detalle, probablemente en el afán de recalcar la suavización de los primeros tramos de la tabla.
La verdad de esta historia es que el criterio seguido por los representantes del pueblo al votar a fines de 1999 la hoy cuestionada tablita, no es otro que el mantenido en todas y cada una de las actividades que generan renta por el Estado argentino desde hace ya muchos años. Estamos ante el conocido sofisma de que quien más tiene más paga, simplemente. Cuando el Sr. De Vido recuerda por ejemplo que pagarán más caro el gas quienes lo usen para calefaccionar su piscina o que las tarifas de electricidad sobrecargarán a aquellos que consuman más de determinados topes, no está haciendo, ni él ni quien lo manda, nada diferente a lo que hicieron los legisladores durante el primer mes de gestión de Fernando De la Rúa en 1999 al instaurar la tablita en cuestión. Es el concepto de la llamada tarifa social. El exitoso debe pagar no sólo proporcionalmente, sino que debe hacerlo más que proporcionalmente.
Sin desviarnos mayormente del tema que estamos comentando, la propia ley del impuesto a las ganancias establece una escala de ganancias netas (una vez efectuadas las deducciones personales) con alícuotas crecientes. Actualmente una ganancia neta de hasta $ 10.000 anuales paga el 9%. Esta escala que surge del artículo 90 de la ley va subiendo hasta el 35% para ganancias netas superiores a $ 120.000, valor este último que se mantiene, dicho sea de paso, desde 1998.
Lo que estamos tratando de decir es que, si bien se pretende culpar al Dr. Machinea (y por elevación al gobierno de la Alianza) de esta diferenciación, el economista en cuestión no hizo otra cosa que presentar un proyecto siguiendo el mismo criterio que han seguido la mayoría de los políticos a lo largo de por lo menos 70 años en la Argentina.
No trajimos a cuento el comentario de De Vido porque sí. Lo trajimos a cuento porque encierra una justificación de un castigo que atenúa de ese modo el disfrute del pudiente. Hubiera sido suficiente con señalar que alguien que gana mucho debe pagar más y listo. Pero esa necesidad de justificar el tratamiento discriminatorio hacia quien más puede, lo lleva a mostrar la hilacha, por así decirlo. Como gana mucho y calefacciona su piscina, que pague más caro el gas. Que pague más cara la energía eléctrica. Que pague más caro el impuesto a las ganancias. Que pague más caro todo, que para eso puede. Y podríamos seguir. Que no despida gente si le baja la producción, pese a que la ley establece un mecanismo indemnizatorio. Que se aguante las retenciones a las exportaciones sin chistar porque ya ganó mucho. Que soporte pérdidas si es preciso que antes ya le fue bien, etc. El basamento jurídico de todo gravamen, es el sostenimiento del Estado y sus funciones esenciales, y las alícuotas a aplicar se basan en la capacidad contributiva que por su parte debe encajar en los principios constitucionales de igualdad ante la ley y de equidad. Los impuestos no son un castigo, sino una carga pública. Y tal carga debe ser igualitaria. Es evidente que la sobrecarga tarifaria del gas para quien calefacciona su piscina aparece como un castigo por disfrutar de lo que gana, y no como un acto de justicia tributaria tendiente a sostener al Estado sobre la base de los sanos principios del derecho tributario.
Alguna vez hemos comentado la anécdota de un funcionario en tiempos de la presidencia del Dr. Alfonsín, que tenía a su cargo la tarea de instalar medidores en las casas para que el consumo de agua potable sea abonado según el caudal consumido, precisamente. Este señor afirmaba en un reportaje radial que ya habían empezado a instalar medidores en la zona de las piletas, en el Norte del G.B.A. para evitar el derroche de agua. Sin embargo quienes tienen piscinas, más grandes o más chicas, no están derrochando agua sino consumiéndola. Derrochan los encargados de edificios cuando dejan las mangueras con el agua corriendo en las veredas mientras conversan con su vecino, pero no quien usa el agua para llenar una piscina. Entiéndasenos: no decimos que el agua no deba ser abonada según el consumo, que es lo que corresponde. Lo que decimos es que el funcionario resaltaba la palabra derroche, como indicador de una injusticia que debe ser castigada. Exactamente del mismo modo en que De Vido se refiere a la calefacción de esas mismas piscinas. Es el mismo criterio con el que los legisladores de fines del 99 consideraron que quienes ganaban más, no tenían por qué deducir sus cargas de familia, como si éstas no existieran igual. Es la misma base filosófica. Inconstitucional a nuestro entender, por otra parte. Podríamos usar incluso otros calificativos, pero preferimos abstenernos.
En este tipo de criterio subyace uno de los grandes malos de la Argentina: el castigo del éxito . El éxito resulta castigado por las normas que pretenden que alguien no solamente debe pagar sino que debe pagar más que proporcionalmente. Además de ello, se incita a la población a odiar al exitoso en lugar de admirarlo e imitarlo. Nivelar para abajo sería otro concepto perfectamente aplicable.
Siempre hemos señalado que la violación de las leyes de mercado no es gratuita. Lo hemos dicho de muchas formas y en muchos contextos diferentes. Normalmente quien compra grandes cantidades de algo, de lo que sea, recibe descuentos y plazos especiales de pago. Pero en los ejemplos que estamos dando es exactamente al revés. Y esto no es gratis.
Profesionalmente sabemos de los esfuerzos de las personas por no subir al escalón siguiente y evitar la sobretasa. Y esta es una de las razones por las cuales los capitales huyen, además. Porque también debe recordarse que las escalas de los impuestos patrimoniales, y aún las correspondientes a los impuestos que se aplican únicamente a los activos (sin considerar los pasivos) como las del gravamen sobre los bienes personales o el inmobiliario, suben más que proporcionalmente según los montos que se gravan.
Todo ello para finalmente llegar a la paradoja de que es necesario llevar adelante regímenes de promoción de inversiones y rebajas impositivas y crediticias de todo tipo para incentivar al mercado. Y como si esto fuera poco, acaba de votarse en Diputados un blanqueo de capitales y una moratoria impositiva y previsional más.
El sistema tributario argentino es absolutamente injusto y discriminatorio. Y no porque grave los consumos, como suele decirse. Sino porque grava más que proporcionalmente a quienes más tienen, desalentando el éxito, fomentando el mercado negro e incentivando la salida de capitales. Un sistema tributario integrado a la Constitución Nacional debería ser federal en un todo, sin coparticipación de tributos sino con las provincias y municipios a cargo de la recaudación. Las tasas deberían ser razonables y no prohibitivas en los impuestos a los consumos (v. gr. la tasa de IVA), y si se mantienen gravámenes al patrimonio o las ganancias, las tasas deberían ser iguales para todos. Porque es obvio que pagará más quien más tiene o incluso quien más consuma, pero sin tratamiento discriminatorio alguno.
Dicen que en economía es posible hacer cualquier cosa menos evitar las consecuencias. La tablita de Machinea fue resistida por los sindicatos, cuyo inmenso poder está dado, hay que decirlo, por la ley de asociaciones profesionales y la personería gremial que acaba de trastabillar (por suerte) ante un memorable fallo de la Corte. Por eso se cae, no porque hubiera cambiado la filosofía autodestructiva existente.
Porque la otra pata de esta filosofía a la que aludimos, consiste en gravar el trabajo de la gente a tasas inconmensurablemente elevadas. Basta analizar lo que abona cualquier empresa por un empleado y lo que éste recibe efectivamente en su bolsillo a fin de mes, para tener una cabal idea de lo que decimos. Una empresa mediana que paga sueldos brutos de $ 10.000 a sus empleados, verá que éstos perciben en realidad $ 8.000, y que el total de aportes y contribuciones superará los $ 4.500. Estamos hablando de más de un 56% de cargas sobre el salario de bolsillo. Salario de bolsillo que luego está sujeto al impuesto a las ganancias, como explicamos más arriba.
Por supuesto que los salarios deben superar determinados montos para que la ganancia anual a su vez esté por encima de los mínimos deducibles en concepto de ganancias no imponibles y cargas de familia. Pero si ello ocurre, vemos que para llegar esa escala la empresa contratante y el propio empleado han debido abonar montos que globalmente superan el 56% del monto percibido en el bolsillo al cabo del año. Por lo demás, y sin querer con esto dar un golpe bajo, hay que recordar que determinadas personas físicas en la Argentina se encuentran exentas de impuestos a las ganancias y al patrimonio en virtud de recibir tratamientos específicos. Es el caso de los jueces y de los políticos.
Resulta ocioso decir que la tristemente célebre tablita (Cristina Fernández dixit) no es menos triste ni menos célebre que todo el sistema tributario que someramente hemos descripto. Y también resulta ocioso insistir en que acá parece que nadie fuera responsable de nada de lo que nos ocurre, cuando en verdad muchos de los actuales legisladores y la propia presidenta de la Nación estaban en funciones y han continuado en ellas durante el gobierno del matrimonio presidencial.
Fuente: Estudio Trillo

sábado, 13 de diciembre de 2008

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Porque es conveniente invertir en campos en Argentina?

A partir de las grandes oleadas inmigratorias de la segunda mitad del siglo XIX las vastas extensiones de la llanura pampeana fueron dedicadas a la agricultura y la ganadería extensivas, convirtiendo a Argentina en el granero del mundo.

El territorio nacional abarca desde el Trópico hasta el paralelo 52, con climas que van del subtropical al subantártico. Es por este motivo que permite el cultivo de todo tipo de cereales, oleaginosas y legumbres, como así también la cría de las más variadas razas de ganado.
La tecnificación de la agricultura y de la producción ganadera, ocurrida recientemente, convierte a los campos argentinos en unos de los más rentables del mundo gracias a su relación precio/producción.

Esto se debe a la inserción de la Argentina en la economía global, que ha reducido al mínimo los impuestos sobre las exportaciones, permitiendo a los productores vender sus productos a precios internacionales, reducidos solamente por el costo del flete.

No podemos dejar de destacar que en algunos rubros los productos argentinos tienen premio sobre sus similares producidos en otras partes del mundo por su inmejorable calidad. Entre ellos se destacan las carnes, el trigo candeal, el trigo duro, el maíz duro, etc.

Por último, la integración de Argentina al Mercosur, un mercado común con 300 millones de habitantes, coloca la producción de alimentos en inmejorable situación. En efecto, la Argentina es prácticamente el único de los integrantes del Mercosur que es netamente exportador de alimentos.

De acuerdo con la tendencia mundial de producir alimentos de alto contenido proteico, gran parte de la llanura pampeana se encuentra hoy dedicada al cultivo de soja. Asimismo en la cercanía de los principales puertos se han instalado modernísimas fábricas de aceite.
El aumento de la superficie cultivada ha desplazado a la ganadería a zonas menos aptas para la agricultura intensiva, demostrándose así la excelente aptitud de las llanuras chaqueña y mesopotámica para la cría de ganado vacuno.

Estas mismas tierras, antes vírgenes, hoy son también explotadas en forma intensiva con cultivos que se adaptan a los climas tropicales, tales como algodón, girasol, arroz, etc.
Dicha inserción en los mercados globales está obligando a los productores argentinos, que hasta hace una década utilizaban exclusivamente sistemas extensivos, a reconvertirse y adoptar sistemas intensivos de cultivo, cría y engorde de ganado, para poder competir en mejores condiciones en los mercados mundiales.

Asimismo, las importantes extensiones que aún se encuentran en Argentina ubicadas bajo una misma unidad de explotación disminuyen notablemente los costos de administración y explotación con respecto a otros países donde la tierra ha sido subdividida en parcelas menores.
En los últimos años, importantes empresarios extranjeros, atraídos por el futuro de una actividad en reconversión, han invertido cuantiosas sumas en campos en la República Argentina. Podemos destacar a George Soros, Ted Turner, Luciano Benetton, Maia Swarowski y Sylvester Stallone entre las figuras más conocidas.

lunes, 8 de diciembre de 2008

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Los economistas le ponen luto al 2009, pero los consumidores no.

Siete de cada diez compradores creen que la crisis será más moderada que la vivida en 2002.
Por estos días, los vendedores de los locales de Unicenter corren riesgo de tener un ataque de pánico cuando ven una tarjeta de crédito del Banco Francés. La semana pasada el shopping explotó con una promoción de descuentos del 20% con el dinero plástico de esa entidad. "El miércoles nos quedamos hasta las 2 de la mañana trabajando, no podíamos más", contaba el viernes la vendedora de una casa de artículos para bebés, "la verdad es que no sé de dónde saca la plata la gente".No parece una escena propia de una economía que pasó de crecer el 8% al 2%, como sostiene el consenso de economistas más optimistas para 2009. "La realidad es que los consumidores hoy por hoy son mucho menos dramáticos que los analistas", dice Lila Guerrero, directora de Kitelab, una consultora que realizó un estudio sobre el impacto de la crisis en la psicología de los compradores. Y agrega: "Un 70% está seguro que lo que se viene será mucho más moderado que lo vivido en 2002". Guerrero cree que el "bajón" en las expectativas de consumo se produjo en la primera mitad del año, con la pelea con el campo, pero la crisis internacional trajo poco "pesimismo agregado" entre los compradores.
Al contrario que en 2002, el hecho de que el impacto venga de afuera hace que los consumidores locales no se vean heridos en su narcisismo. "Hace siete años, estaba claro que éramos los culpables de la crisis; y ahora en cambio la percepción en la mayoría de la gente -y especialmente en la clase media-baja, que apoya más al Gobierno- es que el embate viene del exterior". El estudio de Kitelab, basado en una muestra de 600 casos, revela que así como hay una memoria reciente de la crisis de 2001-2002, que hace que las estrategias de compra se adapten rápidamente a un escenario más austero, también está muy presente la recuperación posterior. "En 2001, especialmente en la clase media, la sensación era de agobio, de salto al vacío; hoy predomina más la idea de un año de ajustarse los cinturones, con una recesión que se va a terminar probablemente en 2010", dice la consultora.
Aunque la mayor parte de los economistas tienen una visión muy negativa sobre lo que se viene, hay quienes piensan que se está sobreactuando la crisis. "El escenario negro está más presente en las expectativas y en los discursos que en la realidad", marca Bernardo Kosacoff, director de la Cepal Argentina. Kosacoff explica que hoy la micro está en buena medida saneada, con poca morosidad y una cadena de pagos que -salvo excepciones- no está rota, lo cual constituye una buena base para enfrentar menores ventas en 2009.
Miguel Bein es otro de los que apuestan por una "recesión normal" para el año que viene, sin la implosión que acostumbra a asomarse cada cada entre siete y diez años en la economía argentina.

Fuente: Diario Clarín

sábado, 6 de diciembre de 2008

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Los otros tienen la culpa?

Debo confesarles que esta es una reunión que no hubiera querido tener, pero cuando los argentinos estábamos manteniendo e incrementando los niveles de crecimiento y reactivando políticas de promoción a la industria, la crisis nos llegó de afuera . Cristina F. de Kirchner.
La culpa es del otro si algo les sale mal... J.M. Serrat.
Dicen los que saben que reconocer un problema es comenzar a resolverlo. Y vemos en los diarios que no son pocos los comentaristas que aseguran que, finalmente, el gobierno argentino ha reconocido la crisis y, por lo tanto, está decidiendo tomar medidas para corregir sus efectos tanto como sea posible.
Nos permitimos disentir profundamente de esas afirmaciones. El gobierno argentino no ha reconocido la crisis en lo que atañe a los habitantes de este país. Y en materia internacional no estamos para nada seguros de que lo haya hecho. Nos explicamos.
Lo que ha ocurrido y está ocurriendo en el mundo es que se gestó una enorme burbuja financiera originada en los malos créditos, esencialmente. La Reserva Federal norteamericana y varios bancos centrales de los principales países del orbe han digitado a lo largo de muchos años las tasas de interés con el objeto de producir el mismo efecto que intentan provocar nuevamente: el crédito blando para activar las economías. El mundo en su conjunto está intentando resolver el problema echando literalmente más nafta al fuego. Es por esa razón que el problema se prolonga en el tiempo y ya lleva, en su conjunto, un año largo pese a todos los anuncios de ayuda de todo tipo, garantías incluidas.
La Argentina, que ahora según palabras de la presidenta, se ve perjudicada por la crisis que nos llegó de afuera , vio sus arcas hinchadas de dólares durante el último lustro gracias a esa burbuja a la que nos referimos. Porque fueron los elevados precios de las commodities los que permitieron sumar una impresionante masa de recursos. Baste recordar que productos tales como la soja costaban hacia fines de los 90, no más de 140 dólares la tonelada y llegaron a cotizarse a más de 600 en la segunda mitad de este año. O el petróleo, que de 10 u 11 dólares el barril llegó a valer 160.Fueron los altos precios de las materias primas los que posibilitaron la recuperación de la economía a niveles incluso superiores a los alcanzados en 1998, cuando la burbuja aún no existía. El superávit fiscal fue el producto del alto precio artificial del dólar, que pudo sostenerse merced a la capacidad ociosa luego de la crisis de 2001, que superaba en muchos casos el 50% de las instalaciones, con una desocupación superior al 25%. Es decir que la economía argentina se recuperó en realidad como consecuencia básica de dos artilugios intervencionistas: en el marco internacional la suba de las commodities cuyas causas explicamos someramente a continuación, y en el marco local, merced a la emisión de moneda espuria para adquirir divisas a precios superiores a los de mercado.
El famoso apalancamiento ha tenido su origen, precisamente, en la potenciación de las subas de los precios de las materias primas. Conseguir créditos blandos para comprar productos que subieran más de precio que lo que debería pagarse de interés por los créditos obtenidos. Así de sencillo. Quienes creían que todo se debía al incremento de la demanda de alimentos en China, suponían, tal vez, que anteriormente los chinos se morían de hambre. Y eso es un error increíble. Los chinos tienen y han tenido innúmeros problemas entre otras cosas por el régimen autocrático en el que viven y el racionamiento permanente, incluyendo el núcleo familiar. Pero no es que no comían y ahora sí lo hacen. Es decir que ha habido incremento de demanda alimentaria o de combustibles en el mundo, claro está, pero no para justificar que un precio se multiplique por 5 o por 10 o por 15, como fue el caso del petróleo.
Esa potenciación de subas de precios ha ocurrido efectivamente, y es lo que ahora los líderes del mundo más avanzado dicen que no ocurrirá nuevamente, porque esta vez sí las regulaciones darán resultado. De más está decir que nos permitimos dudar de tales aseveraciones. Cuando las posiciones financieras debieron comenzar a desarmarse, los precios apalancados comenzaron a ceder. Y hoy la soja (el yuyo diría nuestra señora presidenta) vale menos de 300 dólares la tonelada y nadie se aventura a asegurar lo que puede llegar a valer el año próximo. Y el petróleo está por debajo de los 50 dólares el barril.
El gobierno argentino prefirió creer que lo que nos ocurría se debía al dólar competitivo y a los controles de precios. También a la mano dura de un ignoto secretario de comercio. O a las acusaciones y diatribas lanzadas desde el atril por un presidente fuera de sí cada vez que algún empresario no repetía como una versión grabada el sonsonete oficial. Prefirió creer que alterando índices la cosa seguiría y nadie notaría nada (muchas veces en la historia de la política los líderes han creído eso, y lo creen aún en ciertas dictaduras). Prefirió creer que no hacía falta un fondo anticíclico . Prefirió creer que a los holdouts había que hacerle el proverbial pelito al campo . Y que no hacía falta ajustar tarifas porque todo se podía subsidiar. Prefirió creer que aplicando su criterio en la quita del canje de deuda todo estaría bien y que nada había que negociar porque (Lavagna dixit) quien le presta a un país a tasas imposibles debe saber el riesgo que corre. Y por lo tanto si ese país, en cuyo nombre hablamos, ahora les hace un corte de manga , bien merecido se lo tienen.
La Argentina prefirió violar contratos. Prefirió acusar a la francesa Suez de poner dos caños y llevarse 5.000 millones de dólares de ganancias . Y a las privatizadas de extorsionadoras. Y los productores agropecuarios de avaros . Y a los supermercadistas de meterle la mano en los bolsillos a la gente . Y podríamos seguir en una larguísima lista más propia de un monólogo del gran Tato Bores que de un comentario como este.
Los derechos de exportación eran transitorios y distorsivos, hasta que luego fueron sancionatorios para aquellos sectores díscolos, y finalmente meramente recaudatorios para hacer hospitales . El impuesto al cheque dejó de ser recesivo para pasar a discutirse su distribución. El sistema tributario nacional dejó de intentar ser un sistema justo (si es que alguna vez lo fue) para volcarse de lleno a ser un sistema de delaciones y denuncias anónimas y no tanto. Los sistemas tributarios provinciales fueron copiando poco a poco el estilo de información cruzada a cargo de los contribuyentes, sumado a los regímenes de retenciones y percepciones de todo tipo. Reiterados planes de pagos se subieron a la espada de Damocles de los embargos de cuentas bancarias sin intervención judicial. El secreto bancario y fiscal dejó de ser tal en la práctica. La teoría de la prueba diabólica se hizo realidad: quien traía fondos prestados de los llamados paraísos fiscales, debía probar su origen o caía en la penal tributaria por simple presunción (quién te ha visto y quién te ve, dirán ahora los promotores del blanqueo ).
Antes le había llegado el turno a las prohibiciones de exportaciones. Primero de carnes. Luego de trigo. Y de vidrio. Y de cobre (porque al parecer no había otra forma de controlar los robos de cables). Y de lo que fuera. Y hoy por hoy la famosa ONCCA merece como emblema en dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo, porque es quien decide quién exporta qué y cuándo y cuánto y cómo. Si es que exporta. Como los recordados barquilleros en la playa hacían girar la flechita para ver si nos tocaba uno o dos barquillos, así la ONCCA decide en la práctica si podemos vender nuestros productos al mejor postor o no. Todo ello en nombre de la mesa de los argentinos (en un país con 6.000.000 de extranjeros), o de lo que sea, pero no de la Constitución Nacional. La frutilla de la torta fue, sin duda, la apropiación de los fondos de las AFJP apenas un año después de haberlas ratificado por ley de la Nación. Y si alguien quiere repetir el postre no tenga dudas de que vendrá también la estatización de las ART. Luego del blanqueo y de la moratoria.
Los industriales están que trinan porque necesitan devaluaciones y créditos blandos. No están en condiciones e sostener sus negocios con eficiencia, en parte por culpa de la presión tributaria de un Estado insaciable. El gobierno arma planes de apuro para intentar satisfacer a todos, o a casi todos. En el tiempo quedaron los anuncios de créditos blandos para la primera vivienda. También quedaron atrás los discursos sobre que el crédito en lugar de ir al consumo debe ir a la producción, como si una cosa no fuera consecuencia de la otra.
Los problemas en el sector primario se multiplicaron rápidamente. La carne, las oleaginosas, los lácteos, el petróleo. La derivación en los combustibles se hizo un lugar en la charla cotidiana: ¿habrá luz este verano?, ¿tendremos gasoil para la próxima siembra? ¿para cuántos años tenemos reservas de petróleo? ¿lograremos el gas de Bolivia?
Nuestros gobernantes se cansaron de repetir que todo marchaba bien y que el país crecía y crecía. E insistimos: se atribuían méritos de los que carecían absolutamente. Más bien al contrario. Estaban gastándose rápidamente las joyas de la abuela en materia energética. Soportando un índice de inflación con mentiras y subsidios. Intentado mostrar que todo funciona haga frío o haga calor. Se rifaron mercados internacionales que llevó años ganar. Mermó la producción ganadera. También lo hizo la láctea. Bajaron los porcentajes de siembra de granos y oleaginosas. Nadie tiene muchas ganas de producir para que luego venga un oscuro funcionario a levantar o bajar el pulgar respecto de lo que tiene que hacer con lo suyo. Esa es la verdad. Cuando la política se hace cargo del mercado so pretexto de que lo hará mejor, no hay previsión posible. Es realmente el sumun de la inseguridad jurídica en materia comercial.
La falta de financiamiento externo se hizo evidente. Venezuela prestó a tasas superiores al 15% en dólares. Fue necesario afirmar que se les pagaría al Club de París y a los holdouts. Pero no se ha hecho. Y dudamos de que se pueda hacer.
Leemos en el diario El Cronista de hoy El discurso de la Presidenta para anunciar el paquete de estímulos crediticio esta vez no recorrió el camino de la negación o del voluntarismo...Afortunadamente no intenta ocultar los despidos o adulterar índices para mostrar estadísticas de una economía que no se condice con la realidad palpable ... ¿Están seguros los muchachos del Cronista?
El estímulo crediticio se obtendrá de la masa de recursos colocados en plazos fijos de las ex AFJP (7.500 millones), más 2.700 millones de la Anses, y el resto, hasta completar los 13.200 millones de pesos disponibles, provendrá de LEBACS en poder también de la Anses. En otras palabras, el dinero de los futuros jubilados que estaba colocado a tasas aproximadas a las de mercado, será ahora recolocado a plazos más largos y a tasas ridículas para disponer de fondos para el estímulo crediticio de: los electrodomésticos, $ 3.500 millones (¿no era que los aires acondicionados consumían mucha energía eléctrica y el proverbial secretario de comercio había pedido un relevamiento a los encargados de edificios?), para la compra de autos nuevos, $ 3.100 millones (¿pero no era que tenemos problemas con los combustibles y con la saturación de las vías de acceso a las grandes ciudades y que hacían falta medios de transporte como el subterráneo y ferrocarriles que lleguen a destino con razonable comodidad?), para estimular nuevas inversiones de Pymes $ 3.000 millones (¿no estaba ya en eso desde el año pasado la señora Marcó del Pont, luego de detectar que mucho crédito iba al consumo y poco a las empresas?. En realidad, ¿no hace más de 50 años que estamos en eso?), y para la adquisición de utilitarios $ 650 millones (¿estos estarán destinados a las empresas que se gestarán con los créditos blandos que se les otorgarán, o a las ya existentes?).
Sabemos que resultamos negativos para quienes no gustan de nuestro modo de ver las cosas. Pero, ¿Y el tren bala?, ¿y Aerolíneas-Austral?, ¿y los hospitales, viviendas y rutas prometidos con los excedentes de las retenciones de la resolución 125? Ahora la mano viene diferente. Parece que es prioritario esto y no lo otro, o viceversa.
En fin. La realidad es que el gobierno no parece estar viendo el problema sino echándole la culpa al perro mundo. Un mundo que no era perro cuando nos compraba nuestros productos a precios carísimos, pero lo es ahora que se derrumba.
Terminaremos entonces con una reflexión que no por reiterada deja de ser necesario recordar: lo que dejan de pagar algunos, lo pagan todos los demás. Los que reciben créditos subsidiados, cargan en la cuenta de los subsidiadores el dinero que reciben a tasas negativas. Salarios y jubilaciones seguirán siendo magros. Porque si no son magros, no hay fondos para prestar ni precios competitivos . Por eso la pobreza y la indigencia siguen acechando.
Dólar caro equivale a sueldos bajos. Fondos confiscados a AFJPs equivale a jubilaciones misérrimas. Préstamos baratos equivale a tasas bajas a quienes colocan su dinero y por lo tanto huída de éstos a los dólares. Y tal huída provoca suba del tipo de cambio y más miseria. No hay ya mucho misterio.

martes, 2 de diciembre de 2008

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10 Cosas a evitar en tiempos de crisis

No deben cometerse "errores imperdonables" en momentos de dificultades económicas como el que vivimos.
Debemos volvernos más exigentes y no caer en el desaliento.
Sé más estricto que nunca con las cuentas.

En tiempos de crisis muchas cosas cambian: por ejemplo, dejamos a un lado los vicios caros para centrarnos en los pasatiempos más económicos, o recuperamos del olvido algunos alimentos que otras veces desechamos. Además, escuchamos atentamente todos los consejos que nos dan para superar el bache económico pero... ¿sabemos lo que no debemos hacer bajo ningún concepto? ¿Sabemos lo que no debemos hacer bajo ningún concepto? El Centro de Estudios Financieros (CEF) ha elaborado un decálogo de "errores imperdonables" en momentos de crisis con el que se pretende "ayudar al ciudadano a evitar algunos errores de libro", según afirma su responsable, Juan José Pintado, profesor de Finanzas del CEF.

Diez cosas que debes evitar hacer en tiempos de crisis

1. Amargarse: Hay que ser conscientes de las dificultades económicas que atravesamos, pero no debe cundir el pánico. Gastar menos no significa vivir peor.

2. Despistarse en el trabajo: Date a conocer más que nunca, implícate, mejora tu formación en la medida que sea posible y esfuérzate más que nunca.

3. Usar Internet sólo para el correo: En la Red tienes un enorme abanico de posibilidades con un precio asequible: tienes a mano tu banco y puedes ver vídeos, oír música, desarrollar proyectos, buscar trabajo... además, muchas veces la oferta más competitiva para viajar está en Internet.

4. Dejarse llevar por los impulsos: Hay que comprar con cabeza, de acuerdo a una lista previa. hacer la compra sin saber lo que se precisa acarrea un 30% más de gasto. Opta por productos de temporada y marcas blancas.

5. Comprar en el primer sitio que encontremos: Compara precios y busca la tienda más competitiva. No te dejes llevar por la primera impresión, porque puede que no sea tan barato como piensas.

6. Tirar los extractos bancarios sin leerlos: No está de más que sepas en qué cosas puedes ahorrar. Usa transporte público, utiliza la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén llenos, evita apuntarte a sitios a los que no piensas acudir y si cenas con los amigos, mejor en su casa que en un restaurante.

7. Hablar con nuestro banco de año en año: Vigila las comisiones que te cobran, porque las entidades pueden aprovechar la coyuntura para subirlas. Vigila las facturas y no dejes que venzan.

8. No ahorrar: Si tienes dinero ahorrado, no lo pongas a plazos demasiado largos. Es mejor poder retirarlo pronto sin coste, aunque la rentabilidad sea menor. A ser posible, mantén un nivel de ahorro que te permita pagar los gastos fijos durante al menos seis meses. No te endeudes más de lo que estás y evita los créditos al consumo o de dinero rápido.

9. Dejarse llevar por "lo que hace la gente": En momentos de dificultades económicas, el rumor puede ser la antesala de una decisión errónea. No olvides que lo que para otros puede ser conveniente a ti te puede perjudicar.

10. Realizar o contraer préstamos arriesgados: La Bolsa es una montaña rusa, por lo tanto es preferible que inviertas en productos de rentabilidad fija como bonos o letras. Cuidado con los préstamos en monedas distintas al euro. Sentirse atraído por la oferta de intereses mucho más bajos a los que tenemos en la eurozona implica un gran riesgo.

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Análisis via Zync - Cocinas

Cocinas
Análisis via Zync

The Singular Kitchen, como su iso logo lo manifiesta “Cocinas Singulares, para gente Singular”. Una empresa líder en su mercado con diseños muy originales. Esta página te ofrece demostrar que tan singular eres tu proponiéndote diseñar tu propia cocina.

Ahora bien, si entramos a la página de inicio, apreciamos la originalidad con la que presentan sus productos, cada persona con distintas exigencias, gustos y necesidades, una excelente manera de hacer la pagina mas didáctica combinando imágenes en movimiento con sonido.

Lo excelente de esta web es que nos ofrece la posibilidad de diseñar nuestra propia cocina, así que para todos aquellos amantes del diseño les puedo asegurar que van a tener un buen tiempo para indagar en cuanto a diseño y estilos de cocina se trate.

Estimo conveniente o yo como visitante de la pagina veo que en los menú internos (cocinas de lujo, gran lujo y TSK exclusive) sería mejor evitar las imágenes de fondo, percibo que se vería más ordenado y no tan cargado, ya que contiene en un mismo cuadro, texto, la opción de video e imágenes abajo. Preferentemente quedaría mejor a la vista sin las imágenes que rodean esos recuadros de texto y prestaríamos más atención al icono del video ya que quedaría más despejado. También me parecería una opción que los iconos empresa, consumidor y producto se encuentren en la página de inicio y no en el menú interno.

The Singular Kitchen te ofrece no solo una cocina, sino también un lugar donde te sientas cómodo y compartas momentos con tus seres queridos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

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jueves, 20 de noviembre de 2008

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Actualidad laboral: La limitación a los despidos es un error conceptual

Analizar la situación económica en un momento determinado, lo mismo que analizar cualquier otra cuestión que afecta a mucha gente, implica antes que nada darse un baño de realismo. Y en términos generales los baños de realismo suelen no resultar simpáticos. Dice un popular cantante en una canción que nunca es triste la verdad (pero) lo que no tiene es remedio . El concepto no nos resulta claro, confesamos. La verdad puede no solamente ser triste, sino que también puede tener remedio. Pero para que eso ocurra es preciso primero reconocer que el problema que constituye esa verdad, existe, para luego intentar encontrar la solución.
Para encarar el tema de los despidos, de la desocupación o del nivel de los salarios será preciso hacer un poco de historia. Volver a los tiempos de la Revolución Industrial y de la instauración del derecho de propiedad.
El gran logro de la Revolución Industrial consistió en incrementar dramáticamente en el mundo los niveles de productividad. Esto es, lograr con una determinada inversión producir muchos más bienes en un cierto tiempo que los que se producían antes, por medios manuales, y con idéntica inversión en igual lapso. A este aspecto se le sumó el acceso por parte de la población a la posibilidad de convertirse en propietaria de los bienes adquiridos con su salario o con los ingresos provenientes de su producción.
Lo que sigue no resultará simpático porque implica ese baño de realismo al que nos referimos al comienzo. Las famosas conquistas sociales de los trabajadores que a partir del siglo XVIII comenzaron a imponerse en el mundo, tales como la jornada de 8 horas y el descanso hebdomadario, fueron posibles en aquellos lugares donde la productividad era lo suficientemente sólida como para garantizar que los bienes producidos alcanzarían sin necesidad de trabajar más tiempo. En otras palabras; no es que se logró trabajar menos evitando así ser explotados por los patrones , sino que se logró trabajar menos porque alcanzaba con eso . En algún aspecto esto es una simplificación para evitar extendernos en múltiples variables que en definitiva conducirían a lo mismo. Pero intentamos fijar el concepto en pocas palabras dado el alcance de un artículo de este tipo. En esto tuvo bastante que ver la llamada división internacional del trabajo , concepto que hoy se refunde con la globalización . Imagínese el lector que si su único sustento es una huerta que labora regularmente, cuestiones tales como la jornada de 8 horas, las vacaciones pagas y demás carecen de sentido. Es por ello que no son las leyes por sí solas (aunque por supuesto tengan su valoración en todo esto) las que consiguen los beneficios, sino la productividad.
Así las cosas, 200 años después de que se iniciaran las grandes luchas en pos de las reivindicaciones a las que nos referimos, son poquísimos los países del mundo que pueden darse el lujo de contar con una población asalariada que trabaja 8 horas diarias y cuenta con descanso hebdomadario, vacaciones pagas y todo lo demás. Y aún en tales países, hay una parte de la población cuyo porcentaje varía bastante que lleva a cabo jornadas agotadoras de trabajo de 12 o 14 horas. En los asalariados se les llama horas extra , en los dueños o gerentes simplemente no se le llama de ninguna forma, pero es así.
Y en la mayoría casi absoluta de los países las jornadas de trabajo son extensas. Los trabajadores suelen contar con trabajos extra en otros establecimientos o simplemente actúan de manera cuentapropista vendiendo productos varios, por ejemplo. A su vez, mientras hace 100 años las mujeres prácticamente trabajaban en sus casas, hoy deben salir a cubrir empleos para poder terminar de parar la olla como se dice coloquialmente.
Esto también tiene que ver con la necesidad de mayores ingresos para poder adquirir los adelantos tecnológicos y estar a la altura de las circunstancias. Si bien los productos de reciente generación (teléfonos celulares, computadoras, plasmas o lo que fuere) pueden resultar casi un lujo en un comienzo, lo cierto es que al poco tiempo se convierten en una necesidad, bajan sus precios al fabricarse a gran escala, y finalmente se masifican. Adicionalmente estos bienes pierden valor por efecto de la propia superación tecnológica, pero implican la necesidad de contar al menos con mayores ingresos que en los tiempos de la pelota de trapo y de la heladera de hielo.
Hace apenas 50 años, en la Argentina, el automóvil era un lujo de poquísimos. Esto lo damos como un ejemplo que puede extenderse al mundo entero o casi. Las casas y los edificios en general no se construían con garajes o cocheras. Nadie soñaba siquiera con llegar a un automóvil; o a viajar en avión. Hoy por hoy estas cosas son moneda corriente para las clases medias e incluso para las medias bajas.
Las necesidades de la población crecen en función de los adelantos tecnológicos, y eso requiere contar con mayores ingresos, los cuales pueden lograrse trabajando más horas o logrando, a su vez, mayor productividad.
De todo esto podemos concluir algunas cosas. La primera es que no son las leyes las que posibilitan mayores ingresos con menores tiempos de trabajo. La segunda, que se deduce de la primera, es que las inversiones de capital, el mejoramiento de la tecnología, y la mayor eficiencia administrativa son factores fundamentales para favorecer una mayor productividad.
Dicho todo esto podemos ahora adentrarnos en la actual situación de crisis mundial y en especial en el caso argentino.

PROHIBICIONES DE DESPIDO Y MULTIPLICACIÓN DE INDEMNIZACIONES
Como se sabe, en estos días se ha conocido un proyecto del diputado Héctor Recalde dirigido a prohibir o limitar seriamente los despidos partiendo para ello de un sistema de doble e incluso tripe indemnización por antigüedad para los casos de despido que pudieran producirse en estos días. Un dato adicional de sumo interés, paréntesis mediante, es que el proyecto de este diputado, que además es abogado, es que incluye una cláusula de retroactividad al primero de octubre. Cualquiera sabe que las leyes no pueden aplicarse de modo retroactivo, pero en la Argentina actual las barbaridades que serían defenestradas de un saque en cualquier Estado de Derecho, aquí son tomadas con absoluta normalidad. Mismo anoche veíamos en un noticiero de TV comentar esta retroactividad desde el punto de vista práctico, argumentando el periodista que de ese modo el esquema permitiría que alguien despedido en estos días pudiera volver a golpear las puertas de la fábrica y exigir lo que le correspondería de aprobarse la ley. Es decir, para este comunicador televisivo, el dato resulta absolutamente normal y nada, ni por asomo, le hace pensar en que la Constitución y las leyes de fondo dicen que una situación de ese tipo es ilegítima.
Y, claro, no se trata de volverse un exquisito de la ley, se trata simplemente de que, si las leyes pueden convertirse en retroactivas, la seguridad jurídica y el Estado de Derecho resultan directamente anulados. Esto ha ocurrido, incluso con leyes de tipo político, que exceden el marco de este análisis. Y es probable que esto haga que se convierta en normal lo que en verdad es una enormidad jurídica que lo único que produce es pánico. Naturalmente que no es nuestra intención hablar aquí de las cuestiones vinculadas con asuntos penales o criminales, sino simplemente traer a cuento el hecho de que la aberración jurídica de la retroactividad se ha convertido en un hecho común.
Pero yendo concretamente a las prohibiciones de despido, podemos analizar este tema desde el punto de vista monetario-matemático. Cuando las empresas disminuyen su producción manteniendo a los empleados por exigencias legales o de otro tipo, lo que ocurre es que transfieren ingresos monetarios a sus empleados sin la contrapartida de la creación de bienes. Este hecho es, de por sí, inflacionario. La baja de la producción conlleva la baja del gasto. Y la baja del gasto se anula cuando la empresa debe conservar los sueldos igual que cuando producía mucho más. Esto a su vez incrementa los costos de producción y por lo tanto baja la productividad, provocando la suba de los precios de sus propios productos, lo cual a su vez retrae aún más la demanda, aumentando la recesión. A su vez, los proveedores de insumos ven mermada la demanda de los mismos, deben también conservar a sus empleados abonando sueldos que no generan bienes, y así siguiendo.
Naturalmente que dejar a la gente sin trabajo es un tema socialmente dramático. Resolverlo requiere armar una estructura de protección basada en fondos anticíclicos, como han dado en llamarse últimamente, o una mejor asignación de recursos tanto en espacios públicos como privados. La mejora en la eficiencia equivale a una mejora en la productividad, y eso es lo que mejora la competitividad y posibilita vender productos local o internacionalmente a mejores precios. Acá mucho se ha hablado de la reforma del Estado en tiempos de Duhalde presidente sobre todo, y también de la creación de fondos anticíclicos durante el ministerio de Lavagna, pero la verdad es que nada se ha hecho. Al contrario, se ha gastado dinero de mil maneras subsidiando en muchísimos casos a empresas y a productos sin distinguir niveles de poder adquisitivo. Una cosa es ayudar a quien no tiene con qué, al menos durante un lapso, y otra es ayudar a todos aún cuando puedan pagar mayores precios. Claro, si así no fuera se afectaría el índice de precios, y por lo tanto la cotización de los bonos indexados, y eso al gobierno nacional no le conviene. Muy probablemente esa sea la explicación, aunque eso no modifica la realidad.
Hay países en los cuales la desocupación es alarmante. Uno ve por las calles y en los barrios, cualquier día hábil, una gran cantidad de personas jóvenes charlando en las esquinas o sentadas en el cordón de las veredas. Estas personas no tienen trabajo porque no existe capital invertido que se lo otorgue. Pero también carecen de trabajo por no contar con educación técnica o simplemente cultura general adecuadas para desempeñarse en sectores en los que podrían ser requeridas. Hay países (y el nuestro es uno de ellos) que en ciertas áreas contratan mano de obra extranjera porque la local no quiere, no sabe o no desea realizar ciertas tareas. En muchos casos se trata de trabajos no calificados. Estos problemas no se resuelven con prohibiciones o con exigencias absurdas a los empresarios , como si el reparto de billetes constituyera de por sí riqueza que permitiría comprar bienes y más bienes sin producirlos.
Yendo a un plano más micro no podemos dejar de dar algún ejemplo de lo que ocurre con empresas de pequeña o mediana envergadura. Imaginemos una zapatería, o un restaurante que cuenta con 5 o 6 empleados y que en virtud de la situación de crisis ha visto bajar sus ingresos y no puede sostener más que a 2 o 3 de tales empleados. El mensaje del eterno dirigente sindical Hugo Moyano es que les paguen los sueldos igual porque ya ganaron mucho antes . El discurso es idéntico al de Néstor Kirchner hace un par de años. Pero si el negocio no funciona lo más probable es que la empresa en cuestión quiebre y haya que repartir lo que queda entre los acreedores. Los empleados serán privilegiados a la hora de cobrar, pero luego deberán salir a buscar un nuevo trabajo mientras esperan cobrar sus indemnizaciones. Y cuando cobren las mismas, luego de años de juicio, podrán comprar bienes de acuerdo al nivel de producción y de productividad existente, y no a otro. ¿Es esto una solución al problema? Esto y lo que se le endilgó a Cavallo y a Menem es más o menos lo mismo. Los despedidos se compran un remis o ponen un maxikiosco y al poco tiempo se funden. Con dobles, triples o cuádruples indemnizaciones.
Muchas empresas y bancos del llamado Primer Mundo habían ganado sumas fabulosas en los últimos años y hoy están en quiebra o asistidos por fondos públicos que provienen antes que nada de la emisión de moneda o del endeudamiento público. La emisión equivale a inflación más o menos inmediata, y el endeudamiento debe ser pagado en un futuro con emisión o con más ajuste. Así de sencillo. Lo que pretendemos señalar es que el argumento según el cual quien antes ganó ahora debe bancarse las pérdidas porque lo dicen los funcionarios es, realmente, una estupidez.
Una empresa puede mantener la situación un tiempo, eso sin duda. Pero no puede hacerlo indefinidamente. Por lo demás, la indemnización por despido sin causa está prevista en la ley desde hace muchos años, y cubre precisamente eso: el despido sin causa. Duplicarla o triplicarla significa en buen romance que está mal lo legislado. Pero si está mal debería cambiarse hacia el futuro y no hacia el pasado. No hacia los contratados actuales sino hacia los futuros. Sin embargo, lo que se pretende es justamente al revés.
La mejora de la eficiencia, la mayor educación, la mejora de la productividad, y la construcción de la más sólida de las seguridades jurídicas es el camino para sentar las bases de un futuro promisorio. El resto es verso político de poca monta, desgraciadamente.
Dentro del esquema de eficiencia-productividad que estamos señalando hay que incluir aquello de la mejor utilización de los recursos, tan recalcado en cuanto manual de economía que se precie podamos encontrar en cualquier biblioteca. En un país como la Argentina los recursos pueden utilizarse mucho mejor en los sectores en los que somos más eficientes logrando mayor competitividad. ¿Cuáles son esos sectores? Sin duda ninguna los agropecuarios. La agroindustria. ¿Es a esos sectores a los que se apunta para mejorar las cosas o se los califica oficialmente de pillos y avaros entre otras lindezas al tiempo que una organización prepotente comandada por el secretario de comercio y la conocida ONCCA pretenden decidir por los productores cuándo y cómo vender, a cuánto y por qué y a quién?.
Bien. ¿Por qué en la Argentina nunca se implementó seriamente un seguro de desempleo? El seguro implica un aporte del asalariado que de ese modo posterga el consumo para poder llevarlo a cabo el día que cobra el seguro. Esta es una medida adecuada en tiempos de crisis. La indemnización puede sonar muy linda pero implica que los empresarios hagan sus cuentas tomando en consideración el riesgo que les significa, sobre todo si su monto puede variar hasta triplicarse incluso de manera retroactiva a pedido de diputados para colmo profesionales de la ley. Así se fomenta el trabajo informal y los sueldos más bajos- No estamos diciendo nada que no se sepa, creemos.
Sin embargo ahora estamos en el baile y debemos bailar. Cómo hacer entonces para paliar los efectos de esta crisis.
Por empezar el Estado debería ponerse las pilas para bajar su gasto improductivo, que es exorbitante. Y cuando decimos Estado incluimos a las provincias ya los municipios. Los sobreprecios en las licitaciones son moneda corriente como reiteradamente ha sido denunciado inclusive por el ex ministro Lavagna cuando todavía era ministro. El pago de sobreprecios constituye, per se, una pésima utilización de los recursos que con esfuerzo abonan los contribuyentes. La reforma del Estado por ejemplo podría hacer que no debamos pagar dos veces por salud, seguridad o educación. Y una sana política fiscal permitiría acumular capital per cápita en lugar de perseguirlo y hacerlo huir hacia otras playas. Una reforma fiscal que grave los consumos con tasas razonables y que no castigue el éxito bajaría los índices de informalidad y favorecería las inversiones. Son ejemplos.
Estamos tentados de usar una frase que fue bandera en el llamado Mayo Francés : prohibido prohibir . Porque las prohibiciones son rebencazos al flete, son lomas de burro, son como esos serruchos que suele haber en las bajadas de las autopistas para evitar que se suba de contramano. Son, en definitiva, actos de impotencia.

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Bebidas con alcohol: en el país del Malbec, se valora mas a Quilmes

La marca de cerveza lideró la categoría, por delante de Gancia y Chandon. Los vinos ocuparon los últimos puestos del top ten.

Si la crisis internacional no hubiera metido la cola, el consumo de cerveza en el país hubiese llegado a los 47 litros anuales per capita, el valor más alto en una década para esta bebida a base de cebada y lúpulo. Entre enero y septiembre, crecía casi un 15% con respecto al año pasado, pero octubre y noviembre parecen estar apaciguando esa tendencia. Las fabricantes de bebidas con alcohol, como vinos, champañas, aperitivos y otras (licores, whiskies y vodka) se mueven en la misma sintonía.El Ranking de Marcas que iEco realiza junto a la consultora I+E, y que es revisado por Deloitte, muestra a Quilmes como la más valorada entre las bebidas alcohólicas, con 126 puntos. Gancia quedó en el segundo lugar, con 114, muy cerca de Chandon que, con 113, logró la medalla de bronce. Fernet Branca (108) y Stella Artois (100) completan las cinco primeras posiciones. En todos los casos superaron los 100 puntos promedio de la categoría.
Tanto Quilmes como Stella Artois son etiquetas de InBev, el gigante belgo-brasileño que también tiene la marca Brahma entre las más mencionadas (quedó octava, con 93,5 puntos, un paso atrás de Heineken, que en el país es distribuida por CCU y sacó 94).Según los encuestados, la confianza es el atributo más valorado de la categoría (29%), seguido por la fortaleza (26%). La personalidad (23%) y cercanía (22%) aportan el resto de la valoración. "El branding de Quilmes es bastante equilibrado, con gran valoración en fortaleza y buenos desempeños en confianza (creíble, buena relación precio-calidad), cercanía (se involucra, se compromete y genera espacios de participación) y personalidad (auténtica), explica Carolina Porcari, vicepresidente de I+E."La competencia es contra todas las categorías (de bebidas alcohólicas): vino, fernet, tragos. La ventaja es que Quilmes Cristal trasciende la frontera de su categoría y es un ícono socio-cultural", se ufana Diego Belbussi, gerente de Marca. "La gente espera mucho de la etiqueta. Hay que gustarle a todo el mundo", agrega.
Quilmes es la más elegida tanto entre hombres como mujeres. En segundo puesto, ellos mencionan a Fernet Branca y las damas se inclinan por Chandon. Con respecto a las edades, hay coincidencia por la etiqueta de cerveza entre jóvenes (hasta 35) y adultos (más de 35). El segundo puesto queda para Chandon en el sub-35 y Gancia entre quienes cruzan esa barrera etaria.Los segmentos medios y bajos también se inclinan por Quilmes. Entre los altos, la primacía fue para Chandon. "Esta marca se destaca en personalidad, pero cuenta con una débil identidad en cercanía. Esto es suplantado por confianza (calidad, confiable, responsable)", detalla la analista de I+E.La participación de mercado de Quilmes Cristal orilla el 50% del total. Pero la preferencia, que mide a los consumidores que no necesariamente compran la marca pero que la mencionan en primer lugar cuando se habla de esta categoría, asciende al 40%, según I+E.
Otro 22% de los encuestados nombró la marca pero no en primer lugar. "Quilmes encaja en los valores más profundos de la gente, como la amistad y la familia. Entre los segmentos más jóvenes, está asociada con un encuentro para la diversión; entre los adultos representa un encuentro más íntimo, pero también para compartir", cree Belbussi.Se viene el aviso del veranoEl verano pasado, Quilmes no lanzó su aviso, un clásico de la tanda. Aunque se trabajaron varias piezas, ninguna terminó de convencer al departamento de Marketing de la empresa. Este año, van por la revancha. Young & Rubicam está ensamblando el comercial de esta temporada, donde se verá la playa.¿El ánimo colectivo está listo para una comunicación optimista en este verano que pinta frío?"El consumidor argentino tiene la piel curtida, de 2002 y de tantas crisis. Hay un humor que está bajando, pero no es sólo aquí, sino que pasa en todo el mundo. Pero el inglés está peor que el argentino, porque enfrenta su primera crisis en años.
Los argentinos tienen digeridos los malos tragos y es cuando más se refugian en los valores profundos de la familia y los amigos", detalla Belbussi."Entre las otras marcas de cerveza, Stella Artois fue valorada por su personalidad, confianza y fortaleza. Brahma es fuerte en presencia mental, la capacidad de ser recordada por la gente frente a la evocación de su categoría. Heineken es reconocida en personalidad", concluye la investigación de I+E. "New Age (6º) y Frizzé (9º) ganaron porque construyeron un nuevo espacio simbólico, el de los vinos espumantes y frutados", apunta. El ranking lo cierra Michel Torino, una marca más tradicional.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

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Argentina, contra sus propios fantasmas

La crisis internacional ya afecta a un país que también arrastra graves conflictos endógenos

General Motors despidió el 24 de octubre pasado a 435 obreros en Argentina, ante las menores ventas a Brasil, contagiado por la crisis mundial. Ese mismo día, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le ordena que frene los despidos y negocie con el sindicato. Tres días antes, la intervención gubernamental había llevado a que Renault redujera de 620 a 300 el número de contratados que dejaba en la calle. La crisis internacional ya afecta a la economía de Argentina, que además arrastra conflictos endógenos.
"En Argentina, el tema central era la inflación, pero con la crisis internacional ha pasado a ser la actividad económica y el desempleo", observa el jefe local de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Bernardo Kosacoff. De una inflación del 22% o el 24% en 2008 se pasará a una del 14% o el 20% en 2009; de un crecimiento del 7% este año se bajará a uno del 1% al 5%, según los analistas.
"La crisis internacional contagió las expectativas", admite el ex ministro de Economía Aldo Ferrer, profesor de la Universidad de Buenos Aires, "pero la mayor parte de los problemas argentinos no son los que vienen de afuera, como la caída del precio de las materias primas o el impacto de la crisis financiera en Brasil, sino los que están dentro, como la continuidad del enfrentamiento del Gobierno y el campo, la inflación, la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y la nacionalización del sistema privado de pensiones".
La crisis financiera internacional no ha perjudicado directamente a la tercera economía latinoamericana, dado que el Gobierno de Fernández y la mayoría de las empresas argentinas ya carecían de acceso a los mercados voluntarios de deuda y no había fuertes ingresos de capitales como en Brasil. El sistema bancario argentino no se ha resentido porque apenas prestaba a corto plazo a las empresas y a las personas, según explica Osvaldo Cado, economista de la consultora Prefinex. Ese crédito escaso para comprar televisores o prefinanciar exportaciones se ha acotado en las últimas semanas.
Pero Argentina no es inmune a la crisis de la economía real del mundo. Le impacta en los precios de las materias primas, en la demanda de productos industriales, sobre todo los destinados a Brasil, y en las cuentas fiscales, cuyo superávit primario (antes del pago de deuda) depende de los impuestos a la exportación agrícola. Alfredo García, analista del Banco Credicoop, calcula que el superávit comercial de los últimos 12 meses, que fue de 15.000 millones de dólares, habría sido de 6.300 millones si los precios internacionales hubiesen sido los actuales. La soja, el maíz y el trigo se depreciaron entre el 35% y el 45%, después de las marcas históricas batidas en la primera mitad de 2008. Esta caída reduce el consumo y la inversión del sector agrícola.
El Gobierno reaccionó primero ante la depreciación de la soja con un giro hacia políticas ortodoxas para atraer capitales y reducir gastos. Aumentó las tarifas de gas y electricidad para evitar nuevas subidas de los subsidios. Anunció que iba a saldar las deudas impagas desde 2001 con el Club de París (19 países acreedores, incluida España) y con los bonistas que rechazaron el canje con quita de 2005. Pero la reapertura del canje se ha estancado por la crisis internacional. Tampoco se ha concretado el pago al Club de París, para el que se iba a usar reservas del Banco Central, ahora necesarias para afrontar la depreciación del peso ante la salida de depósitos bancarios.

Fernández, aconsejada por su influyente marido y ex presidente, Néstor Kirchner, optó hace dos semanas por abandonar la ortodoxia y anunciar la nacionalización del sistema de pensiones. La jefa de Estado adujo que se busca rescatar a los actuales y futuros jubilados, cuyos ahorros estaban licuándose por las inversiones en títulos públicos y acciones. Fuentes del Gobierno admiten que la nacionalización les facilita casi la mitad de los pagos de deuda de 2009. Para contrarrestar la caída bursátil que produjo la nacionalización, obligaron a los fondos de pensiones a la repatriación de sus inversiones en Brasil.

La nacionalización agravó la salida de depósitos y la compra de dólares (tradicional refugio del ahorrador argentino). En un principio, el Banco Central intentó evitar que el peso se devaluara tanto como el real para evitar más inflación y la fuga de depósitos, pero esta semana no pudo impedirlo, con lo que los industriales de su país consiguieron la protección cambiaria que reclamaban. -

lunes, 3 de noviembre de 2008

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Trabajar con compañeros problemáticos

Cuando en nuestro trabajo debemos interactuar con un gran número de personas, es normal que nos encontremos con gente problemática. En esta nota, algunos consejos para hacerles frente de la mejor manera posible.
Muchos trabajos en grandes corporaciones, tienen todo lo que desearíamos para nuestra vida: horarios flexibles, un buen sueldo, lindas oficinas, la posibilidad de desarrollarnos en lo que nos gusta y status, pero, sin embargo, no nos terminan de conformar ¿La razón? No podemos soportar a algunos de nuestros compañeros de trabajo, a los que debemos ver -y relacionarnos- de forma diaria.
Lo cierto es que las malas compañías, no son tan sencillas de cambiar como los “malos bolígrafos”, las “malas computadoras” o los “malos escritorios”. No, con las personas, nuestra voluntad está limitada por la voluntad del otro, y se debe por lo tanto ser mucho más paciente y cauteloso para lograr nuestros objetivos de cambio. La gente difícil se encuentra generalmente por todas partes, y dondequiera que uno concurra, pero sobre todo en las grandes empresas, donde hay mayor cantidad de personas por metro cuadrado.
La única manera de superar los problemas que esta gente nos acarrea, sin por eso dejar el trabajo, claro, es desarrollar algunas habilidades que beneficien a ambas partes, ya que de nada servirá el enfrentamiento directo, donde ambos perderán tiempo y concentración en el trabajo, lo que afectará su productividad. En primer lugar, intente identificar quién es el líder de los disturbios en la mayoría de las interrupciones del día.
Generalmente, es fácil darse cuenta que muchos de los que molestan, sólo buscan pasar mejor el día, haciendo chistes inofensivos y sin maldad, mientras que el verdadero problema son uno o dos tipos que incitan a las discusiones, o los problemas serios. Habitualmente, la mayoría de las personas responden al primero de los patrones, es decir que son inofensivos y bastará con ponerle límites para que dejen de distraerlo. Por eso, lo mejor será considerar a esta persona como un tonto y olvidarse de él, salvo para poner límites a sus molestas actitudes.
En los otros casos, habrá que tomar medidas de otro tipo. Desde un punto de vista práctico, podría ayudarle mostrarles signos sutiles, diciéndoles, por ejemplo, que están haciendo demasiado barullo, y no le dejan oír el "débil" sonido del teléfono que tiene en su escritorio, cuando se encuentran a su alrededor. Este suele ser un buen truco: se culpa a la débil campanilla o auricular de su teléfono, y no a la persona directamente. La persona sólo le está haciendo más dificultoso poder oír los sonidos del teléfono, por lo que debe alejarse de su persona.
Otra táctica para poner límites a los más ruidosos y molestos, es no chismear en las conversaciones mantenidas en grupo. Puede ayudarle más hablar con esta gente en el bar de la empresa o cuando están a solas, para lograr que ellas, una por una, consigan entender su personalidad; de esta manera sabrán qué es lo que le molesta, y tendrán además espacio para plantarle los problemas que usted podría generarles a ellos.
Compartir algunas bromas con ellos durante ese tiempo es la clave. Evite la mayoría de las charla en grupos y se sentirá más seguro para plantear sus verdaderos intereses. Las conversaciones informales suelen servir para ajustar algunas tuercas. Caso contrario, no le quedará otro remedio que hablar con sus superiores.
El otro extremo
Así como tenemos al compañero bullanguero y revoltoso, también podemos tener al otro extremo: el rebuscado y obsesivo. Son aquellos a los que se denomina “víboras” que nos envidian, y se enojan si los superamos en algo, o nos pueden llegara a pedir silencio incluso cuando necesitamos hablar brevemente por teléfono con nuestro hijo, que ha tenido un problema (¡claro, la mayoría de ellos no tiene hijos!). Todos los conocemos ¿verdad? Estos compañeros de trabajo detallistas, meticulosos y quisquillosos, parecieran aparecer en casi cualquier situación y ambiente de trabajo. Y son incluso gente probablemente algo más difícil de tratar que los desagradables, porque muchas veces tienen un “truco” bajo la manga. Son desafiantes y a menudo están intimidando a casi cualquier persona que desee mantener su trabajo.
Específicamente, éstas son las personas que critican constantemente y forman grupillos de empleados, a los que hacen enfrentarse entre sí, o bien muestran una cara honesta y apacible frente al jefe, y otra muy distinta frente a sus pares o subalternos. Este tipo de gente es realmente muy peligrosa en la oficina. Con estas personas, las cosas tienen que ser bien aclaradas desde el comienzo. Tienen que saber que usted no es del tipo de persona a la que se puede dominar o manipular.
Si los problemas persisten, por ejemplo a causa de “zancadillas” intencionales, como hacerle desaparecer algún documento de suma importancia, es importante hablar primero con su propio jefe, y si es necesario, con el jefe de esta persona, en esa orden. Generalmente, su jefe le prestará más atención a una cuestión que no tenga nada que ver con una cuestión personal. Además, asegúrese de que todo el trabajo que debe hacer junto a estos individuos sea anotado por usted en una carpeta personal. Esto puede ayudarle a poner las cosas en su lugar, sobre todo si le demuestra que se está encargando de guardar documentos y expedientes que prueban su propio trabajo. De esta manera, ninguna persona que intente desacreditarlo, podrá probar que usted no ha trabajado o colaborado en algún proyecto, y usted se sentirá más seguro. En lo posible evite el contacto con estos tipos difíciles.
Pero, si no le queda otro remedio que hacerlo, o, peor aún, si uno de ellos es su propio jefe, la mejor manera de tratar esta situación será escuchar las críticas constructivas y continuar guardando los expedientes de su trabajo y realizaciones.

En cualquier caso...

Nunca trate de “escaparse” hacia puestos en otros departamentos, o de las relaciones con su jefe, o incluso del trabajo que tanto disfruta. En los primeros casos, esto será visto por sus compañeros y superiores como un acto de debilidad o, en su defecto, de excesiva ambición personal, lo que le dificultará el trabajo en su puesto actual.
Guarde siempre un perfil bajo en todas sus acciones, y no haga su infelicidad evidente a otras personas. Si puede lograr tratar con un jefe o compañero dificultoso, probablemente podrá superar cualquier otro aspecto negativo que se le presente, y aprenderá una gran lección sobre las relaciones humanas y laborales.

domingo, 2 de noviembre de 2008

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Argentina: afuera de un ejercicio militar regional por desinterés del Congreso

Los legisladores no autorizaron la salida de aviones a Brasil y casi se frustra el operativo La Argentina quedó fuera del mayor ejercicio aéreo de la región por el desinterés legislativo en aprobar los ejercicios militares en el exterior.
Envueltos en la lucha por el destino de los fondos de las AFJP, los diputados no encontraron tiempo para dar el permiso de salida de tropas, y después de seis meses de planificación, los aviones de la Fuerza Aérea quedaron en tierra, observando cómo los cazabombarderos de Francia, Chile, Venezuela y Brasil se juntan en la ciudad de brasileña Recife para participar esta semana del operativo Cruzex. Los militares argentinos sienten el momento como un papelón internacional, que pudo haberse transformado en escándalo, de no haber mediado una resolución extrema de la ministra de Defensa, Nilda Garré. Es que el adiestramiento de los 80 aviones de combate, el de más envergadura en América latina, tiene previsto realizarse por primera vez con un software de control desarrollado por los técnicos argentinos.
Esa situación forzó la necesidad de que sí o sí estuviesen presentes en Recife los operadores del sistema para evitar la anulación del ejercicio, por lo que el Ministerio de Defensa permitió el viaje de una delegación de oficiales, aunque las aeronaves argentinas no se moverán de su base de Villa Reynolds. El miércoles pasado, por la mañana, Garré se comunicó con el diputado Agustín Rossi para exponerle la urgencia que requería la aprobación de los ejercicios militares, una lista de operativos que tiene aprobación en el Senado desde comienzos de octubre. La ministra obtuvo la promesa del presidente del bloque del Frente para la Victoria de dar luz verde a los adiestramientos en una posible sesión del jueves pasado. Pero las negociaciones por los fondos previsionales tuvieron más peso que las expectativas profesionales de los militares. No habrá debate hasta el jueves próximo. Tarde para los ilusionados pilotos argentinos.
La Fuerza Aérea no fue la única afectada por la morosidad legislativa. La Armada ya suspendió dos ejercicios con Chile. Esos encuentros navales tenían en esta ocasión un marco especial: aparecían como la mejor manera de conmemorar los 30 años del conflicto por el canal Beagle. Mostrar los buques de guerra argentinos y chilenos juntos en el mismo lugar en el que casi entran en guerra tenía un significado que superaba la temática castrense. Tampoco pudo ser. Los principales jefes castrenses consideran que debe haber un cambio en el sistema de permisos para ejercicios con tropas extranjeras. "Sería bueno que el Congreso tomara conocimiento de los operativos que se harán en un año, pero que la aprobación tenga un mecanismo más dinámico, directo, porque nos exponemos siempre a estos papelones", comentó a LA NACION un importante oficial que hace un tiempo tuvo que poner la cara porque le daba vergüenza llamar por teléfono, ante un par vecino, para explicarle los motivos de otro default de la palabra argentina.
El Congreso interviene en la aprobación de los adiestramientos con tropas extranjeras después de recibir las propuestas del Ministerio de Defensa. El listado abarca un período de doce meses a partir de octubre. En los últimos años se valorizó la participación legislativa porque el kirchnerismo quiso contar con el respaldo de las cámaras para negarse a aceptar los requisitos de inmunidades especiales que reclamaban los Estados Unidos para sus fuerzas. Washington ya no pide tratos particulares, pero los legisladores mantuvieron la cuota de poder alcanzada y tratan hasta un adiestramiento simple con Uruguay como si se estuviese ante una posible declaración de guerra. La propia presidenta Cristina Kirchner habló varias veces frente a los militares sobre el objetivo estratégico de converger en políticas comunes de defensa con los países vecinos. Sin embargo, los legisladores oficialistas no parecen allanar ese camino de integración regional.
La frustración para la Fuerza Aérea fue superior porque tenía prevista la participación en Recife de cinco cazabombarderos A4, un avión Hércules como transporte y otro en condición de reabastecedor de combustible en vuelo, práctica que de por sí tenía una gran importancia para adiestrar pilotos. Garré estaba preocupada por conseguir la aprobación para la salida de los aviones de combate porque su política de aumentar horas de vuelo de entrenamiento tiene la intención de perfeccionar a los pilotos y darles un mejor horizonte profesional. La funcionaria sabe que decenas de aviadores -también marinos- dejan la fuerza, tentados por mejores sueldos.

Por Daniel Gallo De la Redacción de LA NACION